Cuando se trata de carrocerías, construcciones, máquinas, depósitos, llantas o puentes, todos estos productos tienen algo en común, y es un proceso al que se someten durante la producción o el mantenimiento: el granallado. El granallado es un tratamiento superficial de materiales duros en el que se utiliza aire comprimido de un compresor para granallar una superficie.
Esto tiene un efecto abrasivo y elimina el óxido, la pintura u otros contaminantes del acero, los metales no ferrosos, el asfalto, los materiales pétreos y otras superficies. Existen miles de agentes de granallado diferentes que pueden ayudarle a conseguir dicho efecto. Algunos ejemplos son: arena, granos cerámicos, microesferas de vidrio, granalla de escoria de carbón, granalla de hierro fundido o granalla de chorreado.
Proceso
Le pedí a mi colega Henk Verkolf que me describiera el proceso de limpieza de la granalla. Henk explicó: "La granalla usada puede reutilizarse con un separador magnético de tambor. Así se separan los contaminantes, como restos de pintura y óxido, del abrasivo magnético. Los separadores magnéticos de tambor también se utilizan en empresas que granallan acero y acero inoxidable. Utilizan este tipo de imanes para separar la granalla de acero de la que no lo es (por ejemplo, cerámica) y hacerla reutilizable.
Granalla magnetizada
Sin embargo, la granalla de acero puede magnetizarse ligeramente y obstruir la boquilla de chorreado. En ese caso, se utiliza un desmagnetizador para eliminar el magnetismo de la granalla y evitar que se apelmace el agente de chorreado. Una vez que la granalla ha pasado por el túnel de desmagnetización, se vuelve a aspirar a través de una manguera hasta el equipo de chorreado, donde puede utilizarse de nuevo. En resumen, el uso de un separador de tambor magnético prolonga la vida útil de la granalla y garantiza que los usuarios no chorreen superficies limpias con un agente de chorreado sucio".
Separador de tambor magnético
Y añade: "La ventaja de un separador de tambor magnético es que la desferrización puede realizarse en un proceso continuo. No es necesario detener el flujo de producto para eliminar las partículas magnéticas. Además, el producto entra en contacto directo con el imán. El imán atrae las partículas magnéticas que se encuentran en el producto. Las partículas atraídas se adhieren a la superficie del tambor hasta que llegan a la parte inferior, donde se desprenden y pueden ser recogidas y transportadas.
Túnel de desmagnetización
La granalla es un material conductor magnético. Por lo tanto, tras entrar en contacto con el tambor magnético separador, puede magnetizarse inadvertidamente, haciendo que el material se agrupe. Al pasar la granalla por un túnel de desmagnetización inmediatamente después de pasar por el separador de tambor magnético, se elimina el magnetismo y el material vuelve a ser apto para su uso. Los imanes suelen ser útiles en los procesos de producción, pero en esta situación concreta el magnetismo es indeseable, y Goudsmit también tiene una solución práctica para ello.
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